miércoles, julio 25, 2007



El legado

audiovisual contestatario;

“Gantz” y “The Cube”





El arte siempre tiene propósitos. Se puede centrar en la crítica a un sistema, o a un nihilismo extremo, o bien a la narración de la vida misma. Y, por supuesto, a veces se reúne en el planteamiento de tópicos metafísicos, de la condición humana y de la creación de realidades ajenas.

Esto último, lo han tomado en consideración las expresiones de cine y animación de las novísimas décadas. Sobre todo el género del cine de terror, que hoy en día es un concepto demasiado amplio, donde se mezcla de manera perfecta con la ciencia ficción. Y que junto con la animación, han sido verdaderos profetas del que hacer humano, del cuestionamiento de la conciencia del hombre, y por lo tanto obras contestatarias, en contra del sistema de vida actual.

En el texto a seguir, hablaremos de las diversas narraciones que nos plantean estas obras audiovisuales: la serial de anime “Gantz” (Hiroya Oku (manga), 2000) y la película “El Cubo” (dirigida por Vincenzo Natali, 1997) y de cómo estas convergen en temáticas similares. Y platicaremos también de su fin último, viéndolo como una pieza más de la urgente reconstrucción de la cultura de cada sociedad actual.



Partamos con la animación. La “irreal” animación, que prácticamente es la voluntad misma, la esencia de los hechos que giran en la vida “real”. “Realidad” y su respectivo cuestionamiento. Eso se ha planteado la física cuántica, la psicología post-moderna, y “Gantz”, la animación nipona basada en el manga del mismo nombre, que desde principio a fin es un exasperado y urgido manifiesto de ideas, simbólicas y representativas del medio palpitante.

En “Gantz”, se narra la historia de un joven estudiante (Kei Kurono) y su amigo (Masaru Kato), los cuales son atropellados por un metro-tren, tras intentar salvar a un vagabundo. Un vagabundo que desde una mente humana ordinaria, es una vida insignificante, que es un estorbo en el ambiente al igual que las prostitutas, y la muerte de el es un hecho mas dentro del curso de los siguientes.


Luego del accidente, los dos estudiantes caen en una habitación, con muchas personas en la misma condición que ellos. Dentro, existe una esfera/dios llamada Gantz, la cual es un interlocutor inexistente, que solamente les entrega armas y un traje que proporciona fuerzas sobrehumanas. Luego, los transporta a un escenario, que no es más que la realidad misma, pero invisible para los ojos de los “no muertos”.

Aquí, luchan con sus armas contra seres paranormales, que no tienen compasión en desmembranar y matar al que se interponga. Una vez que estos seres están muertos, se reparte una puntuación (de acuerdo a la cantidad de presas muertas) y se les devuelve a la realidad misma. Pero por un tiempo determinado, ya que luego de unos días volverán a luchar y a pasar por lo mismo, en escenarios cada vez más complicados, quedando cada vez menos personas vivas. Luchando por un espacio en la anhelada realidad, como también, el asco a la realidad fuera de Gantz, tal como lo plantea un personaje en el clímax de la serial; “Para que volver a la realidad; Ahí, nadie se interesa en salvar a un vagabundo de una golpiza o que muera en la vías del tren. Allá habitan personas llenas de maldad que viven de los pesares de los demás, y gente que vive inmersa en una vida en curso…en una vida unidireccional”


La creación de supra-realidades, donde se representan los distintos aspectos de la decadencia humana, también se ven representadas en el 7mo arte, esta vez en la cinta “El Cubo”. Aquí, se llega a una radicalidad mucho mayor que en “Gantz”; Un grupo de personas despiertan sin saber porque en una habitación cuadrada, mas bien, en un cubo.

Al salir de la habitación, se dan cuenta que estan rodeados de sucesiones de cubos, en donde además existen sectores con trampas mortales de muerte instantánea. Finalmente, estas personas se dan cuenta que están encerradas en un gran cubo, en donde salir de el significa aplicar la lógica, la organización en un grupo humano, y el máximo de concentración, ajeno a la verdadera realidad.


Esta muchedumbre esta constituida por una doctora, un policía, un ingeniero, una estudiante, un joven con problemas de autismo, y un experto en fugas. Como cualquier mini-sociedad improvisada, nacen los altercados, los tratos, los conflictos de opinión y los lazos afectivos, llenos de superficialidades y conveniencias.

También están los arquetipos humanos cotidianos, resaltando la irracionalidad del policía, la desesperación de la joven estudiante por salir del cubo, como también la enajenación del joven autista. Este ultimo, representa todo lo contrario a su condición, al estar ajeno a las disputas y solo siguiendo las decisiones más acertadas, o bien, las que certeramente son guiadas por la voluntad del deseo. Al igual como alguna vez lo planteo Nietzsche, “lo dionisiaco, la irracionalidad, siempre serán las grandes triunfadoras”.


(Primera escena del film)

Tanto en “Gantz” como en “El Cubo”, la violencia es una constante. El ambiente al que se someten los personajes, es de continua amenaza al estar en un medio que no es el de ellos. El anhelo por volver a lo normal, a lo luminoso, resalta las características más oscuras de los personajes, evocando la violencia, la defensa de las metas personales pasando a llevar las demás. O bien el apego a esta nueva realidad, que llega y calza perfecto en las mentes suprimidas “del otro lado”, y que encuentran en estas vírgenes nuevas tierras, un nuevo camino para el resurgimiento de sus vidas.

Todo esto, forma parte de una temática constante y moderna del medio de expresión artístico audiovisual, y que tiene suma importancia en el desarrollo de la nueva conciencia humana. El vivir como un holograma, con voluntades deprimidas, en una vía no circular, conduce a los rincones más oscuros del que hacer humano.

Estos rincones, puede que no sean habitaciones donde luchemos por nuestra reintegración a la vida, o cubos donde el ingenio y la buena convivencia nos sacaran de allí. Pero si son desafíos, que se expresan en la dominación de una cultura y de una política de pocos, en las personas que imponen la violencia, la intolerancia, la desigualdad, el daño a su entorno, y la irracionalidad, como modo normal de vivir. Desafíos que necesariamente hay que superarlos, y que al hacerlo, inmediatamente dejan una huella. Huella que contribuirá a la creación de una nueva sociedad, que vera a su nueva realidad como el trabajo más tedioso, pero a la vez sensacional, tal que jamás podrá existir en supra-realidad alguna.




1 comentario:

BUDOKAN dijo...

Más que interesante reflexión sobre este tema. Un post de esos que te dejan pensando. Saludos!